Además de mi madre y mi peque-grande, hay 4 mujeres en nuestra vida muy importantes: mis primas Nuria y Leo, Silvia (madrina y Hada de mi nena), y Teresa, padrina también de la nena (consorte del padrino). Hay una 4ª, Olga... pero no sé yo si un delantal le gustaría...
He estado bastante tiempo queriendo hacerles un regalo especial, pero nunca encontraba el qué. Antes de Navidad, en Tecelá vi unos delantales preciosos que enseñaban a hacer allí. Mi idea era volver después de Reyes y poder hacerlos, pero me llevé una sorpresa triste y las clases no las pude retomar de forma continua.
Pasó el tiempo, y el pasado marzo me escapé a Granada de "Rodríguez" una semanita, sola con mi madre. Con ella visité una feria creativa que organizaron cerca de casa, y allí encontré el regalo perfecto: algo realizado por mí, con la ayuda de mi madre, con mucho cariño: unos delantales negros decorados.
Este delantal se fue a vivir a Oviedo, con la "padrina" de María.
Ya he podido entregar 3 de ellos, y espero volver a Granada pronto para dar el 4º.
Imagen del delantal con relleno.
Detalle del bolsillo, con cinta plisada alrededor.
Los moldes para las figuras los he sacado de un libro que me
regalaron para mi cumple (la silueta del pastel), las cucharas, copiando
la forma de una cuchara de palo de verdad, y las flores de un molde
para magdalenas.
Me han encantado los cuatro, y creo que a sus nuevas propietarias también.
Ya me diréis vosotras vuestra opinión.
Detalle de la flor. El festón lo hizo mi madre y se nota la calidad!!!!
Detalle de otro de los bolsillos, en este caso, rematado con piculina verde, bordada en zig-zag.
Mi peque-grande llama a su madrina hada madrina, así que pensé que lo más apropiado era incluir una pequeña hada en su delantal, con varita mágica incluida. La imagen está sacada de un piqué que compré este invierno para hacerle una funda nórdica.
Me encanta la piculina. Soy bastante exagerada, pero por mí se la pondría a cualquier cosa. Esta cinta o lazo alegra cualquier prenda y ayuda a ocultar las costurillas esas que me sales taaaaaan mal.
Como indica la Wikipedia: Es una cinta hecha de algodón o poliester que se cose o pega a los bordes de los tejidos para rematarlos, o en cualquier sitio a modo de decoración. Su forma de zig-zag se repite aproximadamente cada centímetro, y la podemos encontrar de diversos tejidos, colores y estampados.
Según el blog Bhg, estas cintas tienen su origen a finales del siglo XIX, principios del XX, cuando las costureras empezaron a utilizarlas para adornar sus ropas. Según la web about.comhasta ese momento habían usado una suerte de remate a croché en forma de onda.
Imagen tomada del nº de Diciembre de 1883 de la revista The Young
Ladies Journal.
Las primeras menciones escritas a este adorno aparecen en libros impresos en1882.Su éxito sin duda se debió a su durabilidadya que a diferencia de los encajes usados hasta entonces era más resistente a los lavados de la época, que abusaban de productos agresivos para las prenda
Aunque cayó en el olvido más tarde, su uso se popularizó de nuevo en la década de los 70, por la serie "La Casa de la Pradera". Y en nuestros días, con el auge del "Do It Yourself", ha vuelto con fuerza para quedarse entre nosotros.
Depende del sitio, se denomina de diversas formas: Picunela, Chandunga, Tripa de pollo, Piquillo, Zig-zag, rick rack... y es en todas ellas un término que pertenece al argot de la costura.
Aplicada a una prenda más sosa, la alegrará y le dará un toque único y especial:
A la hora de aplicarlas a cualquier tipo de tejido podemos optar por coserlas con un hilo a tono con la piculina, para que no se note la puntada, o elegir alguna otra forma que destaque el color del hilo:
Hilo aplicado en zig zag con un hilo de diferente color. La imagen se ve borrosa,
pero al menos se aprecia el contraste de colores, y el toque diferente que toma la piculina.
Otros ejemplos de este tipo de puntada, tomados de BHG. Como vemos, se puede utilizar la piculina para bordar cualquier cosa sobre ella, y dar una imagen más original a la pieza que estemos creando.
Otros ejemplos de cómo aplicar la piculina, vía Bhg.
Otra forma de aplicarlo es haciendo que "flote" entre dos prendas, como nos enseñan desde el blog Weallsew:
Este método de aplicación de la piculina es apta para sábanas, vestidos, remate de pañuelos en sustitución de los acabados de croché, etc. Y te ahorra tiempo y restar vistosidad a la prenda.
También se pueden trenzar para realizar mezclas de colores, como se ve en la foto de abajo, creando una forma nueva que permite customizar aún más la prenda.
En cuanto a su uso: pues prácticamente sirve para todo: vaqueros, bolsos, vestidos infantiles y para adultos.... su fácil aplicación, sus colores, su resistencia ofrecen tantas posibilidades como queramos. El límite está en ti. Estampados, lisos, brillantes, de algodón o sintéticos, en próximos post vamos a ver las diferentes formas de usarlos.
Los que son padres sabrán la cantidad de ceras que se rompen en casa. En mi caso, y dada la cantidad de objetos de cuestionable utilidad que se acumulan, esos trocitos siempre acababan en la basura.
Invadidos por las ceras
Desde hace un par de meses he visto varias publicaciones de chicas que mostraban en Internet cómo reciclarlas, así que me decidí a hacerlas ayer. Me puse a buscarlas y reuní en un montón las que encontré, con la ayuda de mi peque-grande. Las hice trocitos aún más pequeños, y las introduje en un molde de silicona comprado para la ocasión.
La expectación era máxima.
Precalenté el horno a 200º (en algunos sitios leí que lo ideal era a 180º, pero dependerá del horno), y las metí en el horno. Tardaron no más de 15 minutos en derretirse, y una hora en enfriarse. Durante ese tiempo la nena no paró de ir al horno para ver como se derretían primero e iban cogiendo forma.
En proceso de enfriamiento.
Y este es el resultado. Mi peque-grande no pudo aguantarse y casi no me dio tiempo a hacerles las fotos. Rápidamente las metió en su estuche y se las llevó.
Un resultado precioso y educativo
El resultado ha sido muy bueno, y los niños han aprendido que las cosas tienen posibilidad de tener una doble vida, y siempre hay que reciclarlas.
Mi profe de Tecelá no me cree, pero las clases de punto que inicié en septiembre de 2012 me cambiaron la vida.
Las manualidades se me han dado siempre mal, nunca encontraba el momento, y si lo encontraba por casualidad, me faltaban los materiales para hacer cualquier cosa. Aún así, siempre me rondaba en la cabeza la posibilidad de dedicar mi tiempo libre a hacerla.
Aprender a crear cosas bonitas, a modo de terapia, me funcionó, y ahora me he lanzado a probar todo tipo de manualidades: crochet, punto, costura, reciclaje... Todos en casa lo disfrutamos, y mis hijos están aprendiendo desde pequeños el valor de las cosas hechas a mano, del valor del tiempo que hay dedicar a hacerlas, y de la importancia de buscarle utilidades a las cosas que de otro modo irían a la basura.
Me encanta la frase que acompaña esta imagen publicada en crafsty
Mi madre siempre me animó a tener un hobby de este tipo, pero primero por los estudios, el trabajo después, y posteriomente, los hijos, nunca encontré un momento adecuado para dedicarle a una actividad tan "anticuada" y poco moderna... y ya me veis ahora... Feliz, rodeada de un caos total de lanas, ganchillos, telas, lazos, puntillas, piculinas.....
Y esta felicidad que siento resulta que tiene nombre: "Lanaterapia" o "Tejido terapia", y que ya está siendo estudiado por profesionales por sus efectos positivos en los que la practican.
Pinterest, Instagram, Facebook... todos las Redes Sociales se llenan de la obra de artistas anónimas que recuperan actividades que parecían olvidadas en las manos de nuestras abuelas.... pero ahí están, y me encanta.
Las ferias dedicadas a las "crafters" o personas que se dedican a estas actividades se han convertido en la última moda, e incluso hay un día mundial dedicado a tejer en público o World Wide Knitting in Public Day, que se celebra la 1ª semana del mes de junio, con el objetivo de mostrar a la gente que tejer no es cosa de venerables ancianitas.
Para la web británica omtimes y la española Atenciónatupsique, los beneficios de la Lanaterapia, que en gran parte son extensibles a otras manualidades, son:
Ayuda a que nos relajemos, favoreciendo nuestros "niveles de tensión y estrés, y por lo tanto, haciéndonos sentir más felices". Esto repercute positivamente no sólo en nosotros, sino también en nuestros entorno que se beneficia del buen humor que nos invade.
Permite que desconectemos, y podamos dejar la mente libre de pensamientos negativos. Las personas que hacen punto o crochet sufren menos dolores y síntomas de depresión:
esto se debe a que nuestro cerebro está ocupado en una actividad que
requiere toda nuestra atención, por lo que nos ayuda a olvidarnos del resto
de problemas. A lo que podemos sumar que se ha comprobado que el movimiento rítmico que hacemos al tejer produce efectos relajantes.
Aporta claridad a los pensamientos y sentimientos.
Ayuda a la concentración y relajación.
Nos vuelve más creativos: activando nuestra mente y nuestra memoria.
Aumentar tu círculo de contactos: Esta actividad te permite conocer a gente de diversa procedencia e intereses. Personas que sin duda van a beneficiarte, porque te acercan a multitud de puntos de vista y experiencias enriquecedoras; opiniones y comentarios que van más allá de las relacionadas con la actividad propiamente dicha.
Da satisfacción, por lo que ayuda a mejora la autoestima y a superar problemas de motricidad. No hay nada más satisfactorio que entregar un regalo que hemos hecho nosotros mismos.
Estas actividades nos benefician de muchas maneras. Por ello, en UK se han creado grupos para tejer dentro de los propios hospitales, que permiten a los pacientes realizar actividades creativas.
Aquí en España, ya existen varios grupos dedicados a impartir estas sesiones. El más conocido quizás sea el de www.lanaterapia.com, comandado por Begonya Esteve, que desde su taller en Caldes de Montbui, imparte clases de punto a todo aquel que acude a ella, y que busca "una
actividad que contribuye a bajar la ansiedad, desconectar, es una excusa
para relacionarse con otras personas y ayuda a ordenar las ideas".
Personalmente, tejer me ha proporcionado un placer que no había conocido antes. La posibilidad de sentirme orgullosa de algo creado por mi, sin necesidad de tener la aprobación de nadie o de que eso genere dinero (como ocurre con los proyectos laborales), y la seguridad de estar dando un ejemplo muy valioso a mis hijos, que viendo a su madre tejer o realizar cualquier tipo de manualidad, aprenden lo que cuesta conseguir las cosas, y el tiempo que hay que dedicar a conseguirlas.
Sin duda, este es el efecto secundario más importante de esta actividad.
En Madrid es difícil apreciarlo. Por eso, y porque necesitaba desconectar, me he escapado sola a Granada. Sí, sola, sin niños y sin marido.... me apetecía ser hija, hermana, prima, tía, amiga, vecina..... solamente eso, y poder disfrutarlo un poco.... Algunas me dirán que soy una madre sospechosa, pero este parón anual de una semana me llena de fuerzas, optimismo y energía. Y me permite detenerme en pequeños detalles que pasan desapercibidos a diario.
Nada más bajar del coche de mi madre que me traía del tren, me recibieron las primeras flores del ciruelo de casa, ese que nos alimentaba los veranos de mi infancia entre chapuzón y chapuzón.... lleno de promesas de futuras ciruelillas verdes....
Tras deshacer la maleta, tocó el consabido paseo por las posesiones que más orgullosa hacen a mi madre. Los parterres están plagados de rosales, que todavía no han florecido, esperando su turno, o a que la primavera se asiente de verdad en el sur, y le han dejado sitio a las flores más madrugadoras de la temporada.
Algunas de las flores nacen por cualquier lado, y reviven de año en año, llenando el jardín de colores impresionantes.
No sé el nombre de estas, pero inundan cada rincón de la casa, subiendo el telón de la nueva temporada.
Geranios
Jacintos
Hasta los cactus se han sumado a esta fiesta de colores, mostrando su mejor cara. Y por unos días dejan paso a otros colores: marrones, tímidas flores o nuevas ramas.
E incluso las furtivas margaritas colaboran en crear este espectáculo tan bonito, con su amarillo intenso.
Margaritas salvajes
Geranios
Una maceta llena de flores del pato, o calas, como las llaman en otros sitios... la flor preferida de mi madre. Increíble que la naturaleza sea capaz de crear estas formas tan perfectas.
Flor del pato o calas
Siento no saber el nombre de todas (mi madre me ha chivado el de la mayoría).
Ahora toca buscar los patrones, seguro que en Attic24 encuentro algunos....... que me permitan crear missversiones de estas maravillas....
Me he hecho fan de multitud de paginas de
Facebook de Crafters, en todos los idiomas, categorías y especialidades
diferentes. Mi falta de inspiración era tal, que necesitaba buscarla
en otros. Y así he estado más un año acumulando tutoriales, patrones,
etc.
No hace mucho descubrí la web de http://www.danamadeit.com/. Se trata de una
página fantástica en la que su desinteresada autora cuelga el patrón de
algunas de sus creaciones para que otras las podamos hacer. Una de sus
creaciones es esta fantástica falda de volantes, a cuyo tutorial podéis acceder pinchando aquí . Fue amor
a primera vista, así que con unos retales de tela de camisa que tenía
en casa, y una cinta elástica, me puse manos a la obra.
Mi falda terminada. A falta de incluirle los adornos en los volantes.
Y este es el resultado. Sí, la cintura ha quedado muy grande (tengo
que descoserla para poner bien el elástico), y falta incluir algún
adorno en los dos volantes: piculina o algún lacito.... nada de bies
(Dios me libre!!!, que es un suplicio ponerlo).
No hace mucho tiempo me suscribí a un grupo de Facebook, dedicado a la costura que se llama: CLUBcostura&mamás. Es un grupo genial en el que unas expertas costureras, que también son mamás, dan consejos y se asesoran unas a otras en temas de costura.
Yo colgué una duda sobre un vestido de volantes que quería hacerle a mi peque, sobre el que tenía dudas sobre el largo de los volantes. Recibí mucha ayuda, y me comprometí a colgar el patrón. Así que en agradecimiento a todas ellas, me lanzo a subir aquí mi primer tutorial.
Es un borrador de tutorial que voy a publicar antes de tiempo, para cumplir con mi promesa, pero prometo actualizarlo y corregirlo para que quede lo más claro posible.
Debo decir que para poder escribirlo, y dado que no hice fotos durante el proceso de elaboración del vestido, he acudido a tutoriales ya publicados de autenticas expertas en la materia, a las que agradezco mucho su desinteresada ayuda.
La idea era hacer a mi peque un vestido de volantes, cortado al talle y sin manga. No se trata de un vestido de flamenca, si no de un vestido arregladito pero muy ponible para el verano.
Actualmente acudo a clases de costura en Madrid, y el patrón y las indicaciones de cómo realizarlo me lo dio la profe, así que voy a tratar de plasmarlo aquí todo de la mejor forma posible...
Qué necesité:
-1 metro de tela doble ancho. Yo encontré un modelo precioso de www.exclusivelyquilters.com, que estaba de oferta en una tienda del barrio.
Una tela preciosa!!!!!!!
- Forro de algodón para anclar los volantes al vestido de color beige. 50 cm.
- Bies. la cantidad resultará de sumar la medida del cuello, las sisas, y el filo de cada volante.
- Hilo de coser blanco y del color del bies.
- Papel de patrón
- 4 Botones
Podéis utilizar cualquier patrón base de niña para la parte de arriba
del vestido, o descargaros el que he encontrado en Internet, cortesía
de Ohmothermine, pinchando en este link. Yo he fotografiado los patrones que usado, pero de poca ayuda os van a ser..... aún así, los dejo....
¿Cómo cortar el patrón de la parte de arriba?
Como el vestido va cortado al talle, tenéis que calcular la medida desde el hombro al talle, para medir el largo de esta parte. En mi caso, el talle es de 18 cm.
Posteriormente hay que cortar los volantes. Yo le he puesto tres, porque creo que es un número adecuado para un vestido de este tipo, y para el tamaño de mi peque.
- Pasamos ahora a cortar los volantes. El
ancho de los volantes es proporcional entre ellos, y los mediremos así:
1er volante: igual a la medida de la cintura de la niña (o de la zona en la que
irá el primer volante cosido) + la mitad de esa medida.
ej. Si la cintura es de 18 cm, calculamos la medida del
primer volante así:
18cm/2=9cm
18 cm+9= 27 cm es nuestra medida
2º volante: tomamos como medida esos 27 cm, y le sumamos su mitad: 27/2= 13,5 cm. Sumamos 27 cm + 13,5 = 40,5 cm
3er volante: aplicamos la misma fórmula.
También
hay que calcular el largo del vestido, medimos desde la cintura hasta donde queremos
que llegue, y lo dividimos entre tres; así obtenemos el largo de cada volante. En mi caso cada volante mide 16 cm.
El corte de los volantes se hará según la figura que adjunto. Los laterales irán cortados en ángulo, de esta forma conseguimos vuelo para ellos.
Forma de cortar los volantes
Posteriormente cortaremos el forro, al que irán cosidos los volantes. Hay que cortar tres volantes. La forma de cortar los laterales es la misma de la imagen, pero en este caso, todos tienen la misma medida: la parte de arriba del volante es igual a la medida de la cintura. NOS PONEMOS A COSER:
1º) Se cose el bies a los volantes. Como no hice fotos de cómo lo hice, pongo el vídeo de Sylvia (Chita Lou) en el que lo explica perfectamente.
En mi caso, y dado que las costuras me salen muy poco rectas, la parte exterior la cosí a máquina, y la interior a mano.
2º) preparar los volantes:
Cosemos el dobladillo del forro del volante de abajo.
Ahora nos centramos en el 1er volante.
Calculamos el centro de la parte de atrás del volante, la que irá justo debajo de la abertura trasera del vestido. Allí hacemos un corte, en lel que pondremos un bies. Es necesario para que se pueda poner el vestido sin problemas.
Lo fruncimos hasta que quede del mismo tamaño que la cintura. Lo ponemos del revés, y cosemos el volante al forro.
Fruncimos el 2º volante, le damos la vuelta, y lo cosemos a la parte de abajo del forro del primer volante. Una vez cosido, damos la vuelta la forro, y lo cosemos sobre el segundo volante.
Aquí se ve cómo va cosido el forro
Repetimos la operación para poner el 3er volante. El resultado es este:
Así van unidos los volantes y el forro
3º) Nos ponemos con el cuerpo del vestido: No sé si es muy correcto hacerlo así, pero yo prefiero poner el bies en mangas y cuello, y luego coser todas las partes que forman la parte de arriba del vestido.
Vista del bies en manga y cuello
Vista delantera de la parte superior del vestido
Me encanta!!!!!!!!
4ª) Hacemos dos pinzas en la parte de atrás de la delantera del vestido. 5ª) Fruncimos la parte superior de la falda del vestido, a fin de que se ajuste perfectamente a la cintura. Colocamos las dos derechos de ambas partes enfrentados y los cosemos. Ahora sólo falta poner los botones, lavar y planchar......... Prometo colgar fotos del vestido totalmente terminado y con relleno..... Saludos Mayte