7/12/14

Cuello de lana


Este post participa en la XXIX Link Party de Lireth's Notebook

¡¡¡Qué bien!!!

Ya tengo listo mi cuello de lana. Justo cuando ha llegado de verdad el frío a la meseta...
En fin, lo tengo listo, a falta de rematarlo, desde finales de octubre, pero tuve que ponerme a hacer regalitos y canastillas de bebé y lo dejé abandonado hasta anoche.

Está realizado utilizando lana Ofil Bero Lurex, para agujas del 12 al 15, aunque yo lo he hecho con unas del 11, porque no tenía tan grandes.  Estos ovillos los podéis encontrar en Tecelá, en este y otros colores.

 

Es una lana preciosa, que en este color (6017) combina gris, morado y turquesa con hilos plateados.
Con un ovillo de 100 gramos te da para hacerte un cuello, aunque yo lo he rematado a ganchillo con lana azul para alargarlo un poco, porque me agobian las cosas muy pegadas al cuello.

Está realizado en punto musgo, por lo que es rapidísimo de terminar.
Ha quedado taaaaan bonito, que mi peque-grande se lo ha apropiado y ya lo ha estrenado esta mañana (otra cosa que desaparece de mis manos), por eso le he puesto el lacito celeste.

 

¿Qué os parece a vosotras?

Saludos,

Mayte

5/12/14

Cómo poner aplicaciones en la ropa



Aquí os dejo mi entrada para el
 
SUPER REGALO BLOGUERO 2014

Desde que descubrí las posibilidades de customizar la ropa, soy una fiel seguidora de esta tendencia.

Sin duda, la manera más sencilla de personalizar nuestra ropa es aplicando telas de distintas formas y materiales a nuestras camisetas, creando una prenda única y exclusiva, como en estos ejemplos de mi blog, de los que puedes ver más aquí.




Vamos a necesitar:
  • Una pieza o piezas de tela en las que haremos la silueta de la aplicación
  • Un molde para realizar la silueta. En Internet hay muchos, también los venden en las tiendas, pero yo suelo recurrir a objetos que tengo en casa, o incluso los dibujo yo, ya que el resultado es un producto más hand-made y personal.
  • Fliselina adhesiva de doble cara
  • Agujas e hilo de coser
  • Tijeras
  • La prenda sobre la que vas a poner la aplicación: camisetas, delantales, bolsos, pantalones....
  • Piculinas, puntillas, lazos, botones...
La aplicación se podría coser a máquina a la prenda, pero es un trabajo más minucioso que requiere más dominio de la máquina (y de eso me falta aún un poquito).

CONSEJOS:

  • Calidad de los materiales: Vigila que tanto la tela de la aplicación como la de la prenda sobre la que vamos a ponerla tenga una composición parecida, así no nos llevaremos sorpresas al lavarlas.  Los tejidos naturales como el algodón 100% son los que mejor resultado dan. De todas formas, existen multitud de materiales que dan buen resultado, como el fieltro.
  • Posición: si quieres poner la aplicación en la parte delantera de la prenda, y centrada, ten en cuenta que lo más adecuado es que esté a al menos 4 dedos del cuello de la prenda. Así el efecto visual será mejor.
  • Usa siempre fliselina: así aunque luego tengas que coserla, te aseguras de que durante todo el proceso la pieza no se mueve. Se trata de una entretela adhesiva, que además de dar cuerpo a la aplicación, incorpora pegamento textil por las dos caras.
  • Siluetas: Puedes sacar las formas para tus aplicaciones de todo tipo. Internet está lleno de ideas: puedes hacer una búsqueda en Google imágenes, pero también en Pinterest existen miles de tableros que aglutinan ideas, os dejo  aquí el link al mío por si queréis haceros una idea de cómo funciona.
Ten en cuenta que en algunas tiendas de patchwork venden pequeñas piezas de tela aptas para ser usadas para las aplicaciones, e incluso te venden aplicaciones ya precortadas (ej. http://www.tecela.es/).

 Y por último, os dejo unos tutoriales en vídeo de Coser fácil y más Menudo Numerito, que os pueden ser muy útiles.




Espero ver las calles llenas de camisetas personalizadas.....

Saludos,

Mayte


4/12/14

Decorando Marcos de fotos


No sé desde hace cuanto no nos hacemos todos una foto juntos... Y no me refiero a mi señor esposo, los niños y yo (eso es prácticamente imposible, porque siempre estamos uno de los papás detrás de la cámara). Me refiero al mi otro "nosotros", los hermanísimos, junto a nuestras familias. Tenemos una parecida en el 92 (por que la de las bodas no cuentan...), y ya tocaba hacernos otra un poco más moderna, y que incluyese a los nuevos miembros de la saga...


Así qué hace un mes, aprovechando que mi hermano vino a visitarme, nos hicimos una en el Zoo.

He pensado en que sería un bonito detalle para regalar a mi madre, y he rescatado unos marcos de Ikea para que los peques los customicen.

Es un proyectito ráaaaaapido, sencillo y muy resultón... 

Utensilios:

- Marco de fotos blanco
- Pintura
- Manitas inquietas y llenas de pintura deseosas de manchar cualquier cosa...
- Y libertad absoluta para pintarlo como quieran...

Consejos: quitad la lámina plástica que protegerá luego la foto para que no se llene también de pintura....



Y Magia potagia... de ser un marco de fotos aburrido y soso.... pasa a ser el regalo perfecto para su abuela....

¿Qué os parece?

Saludos,

Mayte

30/11/14

Mi pequeña Paula

Unos de nuestros mejores amigos va a ser papá muy pronto. Qué alegría!!!  Más amiguitos para mis dos peques...   Además va a ser niña!!!! Una razón de más para que me ponga como loca a hacerle cositas monas. 

 

Desde hace tiempo tenía en mente una ranita de punto super sencilla de elaborar (para las más aplicadas, por que yo, como me despito un montón, he tenido que deshacerla dos veces...), pero muy bonita y ponible. La hizo el año pasado mi profe de Tecelá, en color gris, y desde que la colgó en su blog, ha tenido un éxito enorme entre todas sus clientes y seguidores.  Podéis ver la original en su web, pinchando aquí, además así podéis ver al modelazo que la luce puesta. Así que una vez terminado el resto de proyectos que tenía en la bandeja de salida, me puse a tejer de nuevo.  

Está realizada en punto bobo, con agujas e hilos del nº 5 del mismo grosor, así queda más mullida y calentita.




Por la parte de atrás lleva los tirantes cruzados, para evitar que se le caigan los lados.  Además, la cintura está realizada en punto elástico, para que se ajuste mejor a la cinturita del bebé.


Para acompañarlo, he customizado un body de manguita corta, con otra de las imágenes de la tela que ya utilicé para esta camiseta. Un piqué de color amarillo pastel, estampado con imágenes de princesas, dragones, gatos... superbonito, y que me está dando muhco juego.


No son prendas para recien nacidos, si no para la talla siguiente, de 3 a 6 meses, por lo que para la próxima primavera la podremos ver con ellos puestos.


El resultado ha sido un conjunto muy ponible, sencillo de hacer y sobre todo, ¡¡¡Precioso!!!



¿Qué os parece a vosotras?

Saludos,

Mayte


Esta entrada participa en la Link Party XXVIII de Lireth's Notebook


26/11/14

Árbol de Navidad a prueba de niños


Lo tengo asumido, hasta dentro de un par de años, en mi casa no habrá un árbol de navidad de verdad. El año pasado puse uno, y las bolas y el espumillón sirvieron para montar un campo de fútbol en el pasillo... así que lo eliminé de la decoración navideña.


Pero no podía dejar la casa, y sobre todo, privar a los peques, de este elemento básico de la Navidad, así que se me ocurrió lo siguiente: hacer uno de fieltro para pegar en la pared. Es muy sencillo de hacer, barato y muy, muy resultón. Se sujeta a la pared con chinchetas, y son estas las que permiten colgar los adornos.

Mis niños están encantados con él... claro, que todavía no se dan mucha cuenta...

¿Qué os parece?

Saludos,

Mayte

24/11/14

Un regalo para una amiguita

Se va acabando el año, y con él, los cumpleaños infantiles a los que asisten mis hijos esta temporada. No sé lo que pensáis vosotras, me a mí me gustan casi más que a mis hijos, porque me da la oportunidad de pasar un rato agradable con las otras mamás (¿por qué será que los papis no van casi nunca a estas cosas?), mientras los niños están organizando un auténtico disturbio (que riéte tú de los que se lían en algunas manifestaciones) en la piscina de bolas.

Uno de los últimos cumples del año es el de una de las mejores amigas de mi peque grande, así que cuando nos avisó de la fecha de la celebración, hablé con su mami para hacerle otra camiseta personalizada.

Para realizarla he utilizado otra de las imágenes de la famosa tela de muñecas que ya usé aquí y aquí. Ya sé que muchos dirán que están muy "vistas", pero a mi me siguen gustando mucho y creo que dan mucho juego.


La imagen juega con tonos rojos y verdes, por lo que a primera vista parecía que lo ideal hubiese sido una camiseta en esos tonos, pero me gusta jugar con los contrastes, y me decidí por una rosa.

Para realizarla necesité bies con ganchillo en color beige, piculina roja, fliselina de doble cara, aguja e hilo beige y rojo.


Una vez aplicada la fliselina y recortada la pieza (en este caso de forma ovalada), cosí a mano el bies y la piculina. Y posteriormente fijé todo a la camiseta con la fliselina y con una puntada alrededor de toda la pieza (así no se levanta la plancharla).

 Por último le añadí un lacito de punto, que tan buen resultado dan, y cuyo tutorial podéis encontrar aquí, aunque es muy fácil de realizar (un rectángulo que dobláis por la mitad, y apretáis el centro con varias pasadas de lana.


 

Y lista para regalar. Me encanta lo alegre que ha quedado, y aunque no se aprecie bien, la textura y el relieve del lazo la hacen muy especial.


 ¿Os ha gustado?

Je, je... debo ir pensando en los regalitos del año que viene, porque empiezan en enero y además mi peque-peque ya está en edad de ser invitado... a ver qué se me ocurre que se original, handmade y le guste a los niños...  Se aceptan ideas.

Gracias,

Mayte

Esta entrada participa en la Link Party XXVII

15/11/14

Una bruja fea, feísima...

   

Érase una vez, hace mucho, mucho, mucho, mucho tiempo, existió una bruja fea, fea, fea, feísima. Era, sin duda, el ser más horripilante monstruoso y desagradable que nadie hubiese visto jamás.





Tenía una nariz larguísima, en forma de J, con una verruga en su punta llena de pelos negros, tan largos, que parecían una araña. Unas orejas grandes y peludas, que le impedían casi levantar los brazos; uñas largas y sucias, que no se había cortado en toda su vida (unos 326 años, 6 meses y 3 días para ser más exactos), y unos ojillos pequeños y negros, que asustaban a todo el mundo.

    Era tan fea, fea, feísima, que cuando salía a la calle, tooodos sus vecinos exclamaban asustados -¡Pero qué bruja taaaan fea!-. Si iba a comprar comida, el tendero le decía, -¡Arrg, qué fea eres!-; si iba al cine, a través del silencio podía escuchar los susurros de sus convecinos diciendo:

-¡Qué bruja más fea tenemos!-.

   Un día, nuestra bruja, que además de fea era mala decidió acabar con aquéllo, y no se le ocurrió otra cosa que conjurar una tormenta de nieve eterna que cayese incesante sobre su pueblo; todo el mundo, incluida ella misma, tendría que abrigarse, y ella podría calzarse la bufanda hasta esas ojeras verdosas y arrugadas que tenía, y ocultar su pelo encrespado bajo un gorro calentito de lana, sus manos con unos guantes y sus orejas con unas orejeras grandes y calentitas. Así, pasaría desapercibida y nadie, nunca más, jamás de los jamases, volvería a llamarla fea. y así, por un encantamiento feo, feo, la más fría de todas las tormentas que el mundo había conocido cayó implacable sobre su pueblo.



Hasta aquí, lo típico.  Pueblo con bruja sobre el que cae el peor de los encantamientos posibles: un frío intenso y eterno que impedía que nadie pudiera andar tranquilamente por sus calles.

Pasó, muucho, muuuucho tiempo... casi, casi un mes, hasta que dos hermanas que vivían por allí, y que tenían ganas de estrenar sus supervestidos de princesas, super rosas, super brillantes y super bonitos, se empezaron a enfadar un poco y decidieron ir a visitar a la bruja fea, feísima. A duras penas llegaron hasta la puerta de la bruja y llamaron. Ding dong, toc, toc, toc... ¿Hay alguien ahí?. Silencio. Ring-Rin. Más silencio. Y cuando las hermanas estaban a punto de irse...




-Grrrr -
- ¿quién llama?-
-¡ya voy!-
 -¡paciencia!-

Y se abrió la puerta.

-¡Gulp, pero qué fea eres!-  

Dijeron las dos hermanas a la vez, a la vez que se daban cuenta de que estaban metiendo un poquitín la pata... y es que la bruja en su casa no se abrigaba y se podía admirar en todo su esplendor su pavorosa fealdad.

La bruja abrió sus ojitos lo más que pudo y dijo 
-¡lo veis!-
- ¿Veis porqué he tenido que maldecir este pueblo con una tormenta eterna? -

Es que o tenéis remedio. No me gusta que me digáis fea. Yo no voy por ahí diciendo a la gente lo que no me gusta de ellos...

Las dos hermanas se miraron arrepentidas, y de repente, se les encendió una bombilla.  Se despidieron de la bruja y convocaron a tooodo el pueblo.  Los reunieron en la plaza y empezaron a hablar.

 "Hemos estado en casa de la bruja fea, feísima y tenemos que hacer algo para arreglar la situación. A nadie le gusta que constantemente le recuerden sus defectos. A ti, Cloris, ¿te gustaría que te dijésemos a todas horas que tus pies huelen al más maloliente queso gruyer del mundo?. Cloris abrió la boca y negó con la cabeza.



Y a ti, Arquimimo, (Arquimimo abrió la boca sorprendido, a la vez que se la tapaba para ocultar su boca desdentada), ¿te parecería bien que sólo hablásemos de tus dientes?

Pues a la bruja tampoco le gusta, y por muy fea que sea, y mala, que todo hay que decirlo... ha llegado la hora de que le pidamos perdón y vayamos a verla".

Ding dong, toc, toc, toc... 
-¿Hay alguien ahí?-. 

Silencio. Ring-Rin. Más silencio. Y cuando el pueblo al completo, encabezado por las dos hermanas estaba a punto de irse...

-Grrrr- 
-¿quién llama?-
-¡ya voy!-
- ¡paciencia!-

 Y se abrió la puerta.

El pueblo entero disimuló  un ¡Gulp! al verla (la bruja seguía sin estar tapada como cuando salía a la calle).  Y la bruja entera también disimuló un ¡Gulp! al ver al pueblo entero arremolinado en su puerta.

-¿Qué hacéis aquí?-
- ¿a qué habéis venido, a reíros de mi?-

Y las dos hermanas empezaron a hablar. Y le pidieron en nombre de todo el pueblo perdón a la bruja, que hacía gestos de asombro afeando más si cabe su rostro. Y le prometieron que nunca más la llamarían fea. Cuando callaron, la bruja se quedó un rato pensando... moviendo sus ojillos de un lado a otro, y pasado un ratito, que a todo el pueblo le pareció una eternidad, habló.

- Me da a mi, que lo que vosotros queréis es que deje de hacer este frío taaan horroroso de una vez... pero bueno, me habéis convencido. Yo también tengo ganas de de salir a la calle y lucir mis vestidos de verano, así que....-

Y empezó a mover sus manos conjurando a todos los elementos, mientras decía las famosas palabras mágicas: magia potajia, magia potajia, que vuelvan a sucederse las estaciones por arte de magia!!!

Y zas!!! 
Volvió el otoño... un otoño que a todos los habitantes del pueblo les supo a.... a otoño.

Y a partir de aquel momento, a nadie más se le ocurrió llamar fea, feísima a la bruja (aunque lo pensaban...). Y las estaciones se sucedieron, y...